El mantenimiento periodontal es fundamental para controlar la periodontitis, ya que aunque esta patología puede ser tratada con eficacia, es de carácter crónico y por tanto requiere de un tratamiento de mantenimiento.

Qué es la enfermedad periodontal y cómo se trata

La enfermedad periodontal es una patología de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana y sarro que puede terminar ocasionando la pérdida de piezas dentales. Básicamente hay dos grados, el primero, más leve y reversible, que es la gingivitis; y el segundo, que se corresponde con la periodontitis, que a pesar de que cuenta con tratamientos eficaces para controlarla, es irreversible.

El tratamiento dependerá de en qué grado se encuentre la patología periodontal, y puede ir desde un curetaje dental (raspado y alisado radicular) para eliminar la placa, hasta otro tipo de medidas más avanzadas, como por ejemplo la cirugía periodontal, si la enfermedad se encuentra en un estadio más avanzado.

Enfermedad periodontal - Curetaje

En cualquier caso es recomendable que la valoración y el tratamiento sean realizados por odontólogos o periodoncistas experimentados.

*Es importante recordar que las limpiezas bucodentales habituales (que son más superficiales) no son suficientes ni para tratar ni para controlar las enfermedades periodontales.

Riesgos de no mantener el cuidado de las encías

Puede pensarse que si se ha tratado una periodontitis anteriormente el problema ya está resuelto, pero en absoluto esto es así, puesto que se trata de una enfermedad crónica.

Generalmente, cuando los pacientes experimentan sangrado gingival, movilidad dental o algún otro síntoma y acuden al dentista para solucionarlo, suelen cumplir las medidas estrictas de higiene dental y revisiones que se indican. Pero una vez que esas molestias o síntomas van desapareciendo, o no se perciben, la salud dental deja de ser una preocupación para muchos de los pacientes.

Como consecuencia, la higiene dental se relaja y por tanto pueden volver a presentarse complicaciones: reaparición de la placa, inflación de las encías, debilidad de los tejidos que soportan las piezas dentales, etc.

Por ello el tratamiento periodontal no debe limitarse a solucionar los problemas cuando éstos ya se han manifestado de forma evidente, sino que lo ideal es atajarlos antes de que tengan consecuencias serias, como por ejemplo la pérdida de dientes.

En ese sentido el mantenimiento periodontal es la mejor fórmula para garantizar que una dentadura se mantiene sana a lo largo del tiempo, y llegar a la etapa final de la vida con los dientes en el mejor estado posible.

¿Qué es el mantenimiento periodontal?

El mantenimiento periodontal es el proceso preventivo que se aplica para evitar la aparición de problemas como los ya mencionados, o bien, si éstos ya han aparecido y se han tomado las medidas correctoras necesarias, el proceso que persigue que la restablecida salud bucodental se mantenga.

Una buena higiene dental es el punto de partida. La limpieza frecuente y exhaustiva es imprescindible para que la dentadura se mantenga libre de amenazas. Los dientes deben cepillarse un mínimo de 2-3 veces al día, y puede estar indicado el uso de colutorios, hilo dental, irrigadores o dentífricos específicos si así lo indica el especialista.

Pero además de la higiene diaria, es necesario hacer un seguimiento que permita detectar y tratar con prontitud cualquier atisbo de destrucción por parte de las bacterias.

De este modo, las visitas al profesional de la salud dental permiten que se efectúe un diagnóstico precoz de cualquier amenaza, y con ello se minimiza el riesgo de que éstas avancen lo suficiente como para poner en riesgo cualquier pieza de la dentadura.

Mantenimiento periodontal - Revisión

¿En qué consiste un programa de mantenimiento periodontal?

El mantenimiento periodontal consiste básicamente en prevenir que la enfermedad se descontrole, concretando una serie de revisiones periodontales a lo largo del tiempo en las que se realizan los cuidados necesarios para lograrlo.

El simple hecho de tener un refuerzo periódico en forma de revisión por parte del dentista ya evita que la higiene dental se descuide, y en caso de que en el periodo entre una visita y otra se haya producido cualquier acumulación de sarro, ésta será mínima y podrá ser removida antes de que resulte peligrosa.

Estas revisiones no se limitan a una exploración superficial para comprobar que la boca se mantiene sana, sino que tratan de adelantarse a la posible aparición de factores de riesgo que puedan reactivar la enfermedad periodontal en algún grado.

A través de una exploración exhaustiva se detectan las zonas que presentan un mayor riesgo de recidiva, para a partir de ahí aplicar el tratamiento oportuno y eliminar completamente el sarro que pueda haberse acumulado.

Cuando el periodoncista lo estima necesario se realizan exámenes con radiografías y otras pruebas complementarias con el objetivo de localizar problemas que no son perceptibles a primera vista. O, por ejemplo, es posible que se pregunte al paciente si tiene algún problema de salud o está tomando algún nuevo medicamento, por si ello pudiera perjudicar a las encías.

También se recuerda la importancia de mantener estrictamente las pautas de higiene periodontal que se indiquen (cepillado tras comida, uso de irrigador o seda dental, pasta de dientes específica, etc.) y se señalan cuáles son los factores de riesgo (embarazo, tabaco, estrés, enfermedades sistémicas como la diabetes, etc.) que pueden llevar a un empeoramiento de la enfermedad.

Para determinar la frecuencia con la que se programan las citas del Programa de Mantenimiento Periodontal, además de valorarse la evolución y el estado de las propias encías, se tienen en cuenta los factores de riesgo particulares de cada paciente.

En general, la primera revisión de control y mantenimiento se indica al mes de la finalización del tratamiento periodontal, para seguir trimestralmente durante el primer año. Después las citas suelen establecerse con una periodicidad semestral para pacientes de riesgo bajo-moderado, y trimestral en los de alto riesgo.

Conclusiones

El tratamiento de la periodontitis es imprescindible si el problema ya existe, pero el mantenimiento periodontal (aplicar medidas de control y corrección, así como en reforzar en la mente del paciente las buenas prácticas a seguir y las acciones a evitar para mantener las encías en buen estado) es igualmente importante. De esta forma se puede controlar la enfermedad periodontal y sus posibles consecuencias con un alto grado de eficacia.

Si deseas más información para cuidar tus encías, puedes visitar el sitio web de la SEPA (Asociación Española de Periodoncia y Osteointegración).

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