Te explicamos si es posible ponerse un implante dental con poco hueso maxilar, así como las posibles soluciones que existen y lo que puedes esperar de ellas.

Los implantes dentales son una solución moderna, estética y eficaz para reemplazar la pérdida de un diente. Sin embargo, antes de empezar con este proceso debemos considerar la cantidad y calidad del hueso maxilar disponible, ya que este soporte óseo es una de las claves del éxito del implante, al deber fusionarse ambos para proporcionar una base sólida.

Por nuestra experiencia sabemos que la pérdida ósea del hueso maxilar, ya sea el superior o el inferior, afecta a un porcentaje importante de pacientes, generándoles numerosas dudas y preocupaciones a la hora de colocarse un implante.

Así, el objetivo de este artículo es aclarar a las personas en esta situación si es posible realizarse un implante dental en caso de pérdida ósea, explicando por qué es necesario el hueso, las diferentes opciones de las que disponemos en odontología para enfrentar este problema y las garantías que ofrecen.

Osteointegración: por qué es importante la cantidad y calidad del hueso para los implantes dentales

La osteointegración es el proceso biológico en el que el implante dental se fusiona directamente con el hueso maxilar, lo que resulta esencial, estableciendo una base sólida que emula la raíz de un diente natural. Para que la osteointegración tenga lugar de manera efectiva, no sólo se requiere de una cantidad adecuada de hueso, sino también de una calidad ósea que permita y sustente este proceso.

Importancia de la cantidad de hueso

La cantidad se refiere al volumen (altura y anchura) disponible de hueso maxilar en el que se va a colocar el implante. Ésta es fundamental para el éxito de la intervención, proporcionando el soporte estructural necesario en el proceso de fijación; sin suficiente hueso, el implante puede no anclarse correctamente, aumentando el riesgo de fracaso por inestabilidad.

Además, la cantidad de hueso circundante juega un papel muy importante en la distribución de las fuerzas de masticación, protegiendo al implante y los tejidos cercanos de un estrés excesivo, que con el tiempo podría afectar a su integridad y funcionamiento.

Importancia de la calidad del hueso

Por su parte, la calidad del hueso se relaciona con la densidad y la salud del tejido óseo existente. Los huesos que contienen más minerales son más densos, por lo que tienden a ser más resistentes y menos propensos a quebrarse.

Un hueso de buena calidad favorece una integración más rápida y fuerte del implante, contribuyendo a que éste permanezca estable y funcional durante muchos años.

En resumen, la cantidad ósea determina si hay suficiente espacio para colocar un implante, mientras que la calidad del hueso influye en cómo se integrará éste y su estabilidad a largo plazo. Ambos son igualmente importantes para garantizar que los implantes dentales sean exitosos y duraderos.

Opciones para poner un implante dental con poco hueso maxilar

La pérdida de hueso maxilar no es incompatible con los implantes dentales. Gracias a los avances en odontología, existen diversas soluciones para los pacientes con este problema. El empleo de una u otra técnica dependerá de cada caso. Destacan las técnicas de regeneración ósea y los implantes especiales.

Técnicas de regeneración ósea

Una de las opciones de las que disponemos en implantología dental son los tratamientos que ayudan a regenerar el hueso. Nosotros vamos a explicar algunos de los procedimientos más extendidos: los injertos óseos y la elevación del seno maxilar, el uso de factores de crecimiento y la regeneración ósea guiada (ROG).

Injertos óseos

Esta técnica implica transferir hueso de otra parte de la cavidad bucal o del cuerpo del paciente, como el mentón, o utilizar material óseo sintético o de donante (animal o humano) para aumentar la cantidad de hueso en el área deseada, lo que permite fortalecer el maxilar, creando un soporte firme para soportar los futuros implantes.

Elevación del seno maxilar

En casos en los que la altura del hueso del maxilar superior es insuficiente, especialmente bajo los senos paranasales, la técnica de elevación del seno maxilar nos permite crear más espacio para la colocación de los implantes.

Este procedimiento implica levantar cuidadosamente la membrana sinusal y alojar material de injerto óseo bajo la misma. Con el tiempo, este injerto se integra con el hueso existente, aumentando su volumen y permitiendo la colocación segura de implantes más largos y estables en una zona que de otro modo no sería apta para ellos.

Los factores de crecimiento para los implantes dentales se obtienen del plasma del propio paciente.

Uso de factores de crecimiento: consiste en aplicar proteínas biológicamente activas que estimulan la regeneración y crecimiento óseo. Estos factores de crecimiento pueden obtenerse a partir del plasma rico en plaquetas (PRP) del propio paciente, lo cual supone un gran ventaja, ya que reduce el riesgo de rechazo y estimula la curación natural.

La aplicación de los factores de crecimiento acelera la formación de hueso nuevo y mejora la consolidación ósea alrededor del implante, ofreciendo un soporte más rápido y efectivo.

Regeneración ósea guiada (ROG)

Se trata de un método muy avanzado que utiliza membranas biocompatibles para dirigir y promover el crecimiento de hueso nuevo en áreas específicas en las que el hueso natural es insuficiente.

Estas membranas actúan como una barrera que protege el sitio de regeneración, permitiendo que el hueso se desarrolle adecuadamente sin la invasión de tejidos blandos. Es particularmente útil en casos de pequeñas deficiencias óseas, ayudando a crear un entorno óptimo para la osteointegración del implante.

Implantes especiales

Otro posibilidad que ofrece la implantología dental es la colocación de implantes especiales, los cuales son más cortos o más largos que los convencionales y reciben el nombre de microimplantes e implantes cigomáticos respectivamente.

Microimplantes dentales

Miden entre 6 y 8 mm frente a los 10 a 15 mm de los implantes estándar, siendo particularmente útiles en áreas con poca altura ósea. Esta situación suele darse en las proximidades de estructuras anatómicas críticas, como los nervios en el maxilar inferior (mandíbula) o los senos paranasales en el maxilar superior.

Al optar por implantes cortos, se evitan procedimientos adicionales, como el levantamiento de seno o injertos óseos, lo que se traduce en un menor tiempo de tratamiento. Además, disminuye el riesgo de complicaciones y acelera la recuperación.

Implantes cigomáticos

Son significativamente más largos que los tradicionales y se utilizan en casos de pérdida ósea significativa en el maxilar superior, anclándose en el hueso cigomático o hueso del pómulo, que generalmente mantiene su densidad incluso cuando el hueso alveolar se ha degradado de manera excesiva.

Estos implantes están indicados en pacientes con pérdida ósea extrema a los que no se les pueden colocar implantes convencionales sin someterse a procedimientos complejos y extensos de injerto óseo. Además, suelen emplearse en rehabilitaciones completas del maxilar superior cuando otras opciones de tratamiento no son viables.

En muchos casos, ofrecen la ventaja de permitir una carga inmediata, lo que significa que a los pacientes se les puede colocar la funda el mismo día de la cirugía, proporcionando así una solución rápida y efectiva para quienes de otro modo no podrían beneficiarse de los implantes dentales por la falta severa de hueso.

Tecnología CAD-CAM para el diseño preciso de implantes dentales en casos de pérdida ósea

La tecnología CAD–CAM es un sistema digital de alta precisión del que disponemos algunas clínicas dentales, que permite realizar un estudio completo de la estructura maxilar del paciente para a partir de ahí diseñar mediante un programa de ordenador las piezas dentales, que en este caso se van a colocar sobre los implantes.

El sistema consiste en un escáner que reproduce la boca del paciente en tres dimensiones y permite calibrar con máxima precisión el grosor y la calidad del hueso de la encía, así como la posición idónea en la que debe disponerse la base del implante, por lo que resulta especialmente útil en los casos de pérdida ósea.

La tecnología CAD-CAM es especialmente útil para diseñar implantes en pacientes con poco hueso maxilar.

Con estos datos se pueden diseñar y fabricar la piezas con gran exactitud, mediante un sistema mecanizado, que evita la imprecisión de métodos tradicionales como la toma de medidas mediante siliconas o la fabricación artesanal de los moldes, con el consiguiente ahorro de tiempo y costes.

¿Qué puedo esperar de un implante dental si tengo poco hueso?

Si has perdido hueso maxilar y estás considerando la posibilidad de un implante dental, es normal que quieras conocer las garantías que te ofrece le intervención.

En este sentido, aunque el reto es mayor, las técnicas, cada vez más avanzadas, de las que disponemos en el campo de la implantología, como son los implantes especiales o la regeneración ósea, permiten colocar el implante en más o menos tiempo, pero sin complicaciones en la gran mayoría de los casos.

En cuanto a funcionalidad, estética y durabilidad son comparables a los implantes que se realizan en pacientes con buena calidad ósea, siempre y cuando se mantenga una buena higiene oral y se programen revisiones periódicas con el odontólogo.

Por lo tanto, como conclusión, podemos afirmar que, con el tratamiento odontológico adecuado y el cuidado bucodental constante, los implantes dentales constituyen una opción viable, segura y efectiva para reemplazar la falta de piezas dentales, incluso en quienes sufren pérdida ósea.

Te invitamos a compartir este artículo sobre las posibilidades de ponerse implantes dentales en caso de pérdida ósea con aquellas personas a las que pienses que le puede ser de utilidad.

Contacto Móvil