ALINEADOR ESTÉTICO, LA ORTODONCIA QUE NO SE VE

Cada vez son más las personas que recurren a los alineadores invisible para corregir las malposiciones dentales. Cómodos de usar, discretos y sumamente efectivos, son la solución de ortodoncia más avanzada.

Conseguir una mordida correcta y una buena alineación de los dientes nunca había sido tan fácil como hasta ahora. Las técnicas de ortodoncia han avanzado mucho y entre los tratamiento disponible destaca el de los alineadores estéticos, como los de la marca InvisalignⓇ  que empleamos en nuestro centro, y que son cada vez más demandados. Ofrecen mayor comodidad de uso y menor impacto visual que los brackets convencionales y consiguen resultados igual de eficaces.

«Una de las características de los alineadores InvisalignⓇ es que incorporan una técnica que está en continua mejora y en la que se invierte mucho en I+D», explica la doctora Laura Gómez, Ortodoncista en Villanueva Centro Odontológico Avanzado. «Cuando empezó a hablarse de ellos hace años, se decía que el tratamiento era más lento que con los brackets convencionales, pero el uso de materiales nuevos ha acelerado su velocidad. Esta técnica ofrece ahora resultados en el mismo tiempo que otras y añade muchos beneficios», afirma la especialista.

Una de las principales ventajas de los alineadores de este tipo es que mejoran la calidad de vida del paciente y afectan menos a sus hábitos. En primer lugar, apenas se ven y no dan la sensación de tener un llamativo aparato en los dientes. Además, los alineadores se quitan para comer y para cepillarse los dientes, lo que facilita enormemente la vida diaria. «De esta manera resulta muy fácil llevar a cabo la higiene dental. Sin embargo, con los brackets convencionales cuesta más realizarla y, si el paciente no se esmera, en algunas ocasiones podrían aparecer incluso problemas de encías por acumulación de suciedad en los aparatos fijos, algo que no ocurre con los alineadores», explica la doctora Gómez.

Con los alineadores se acorta además el número y la duración de las visitas a la clínica. El primer día el paciente recibe el tratamiento completo: un juego de férulas transparentes, , diseñadas a medida y que él mismo irá sustituyendo aproximadamente cada 15 días. Mientras que con los brackets convencionales es necesario acudir al dentista al menos una vez al mes para reajustar el aparato, con los alineadores invisibles las citas puede espaciarse más y son más rápidas, pues basta con comprobar en breves minutos que el tratamiento avanza según lo previsto.

«Más comodidad y estética: mejor higiene y salud bucal, menos pérdida de tiempo, resultados igual de rápidos y efectivos…», así resume la doctora Laura Gómez las ventajas de los alineadores, una tecnología en auge.