En este post enseñamos algunos consejos para la limpieza, el cuidado y el mantenimiento de las carillas dentales, indicando qué es lo que debemos hacer o evitar para que puedan lucir en las mejores condiciones posibles durante más tiempo. 

Ignorar el cuidado de las carillas dentales puede terminar reduciendo su vida útil. Mucha gente cree que una vez que se ponen las carillas ya no hay que preocuparse por nada más, pero las carillas requieren un mantenimiento, tal y como ocurre con otros tratamientos como los implantes o la ortodoncia.

Principales problemas que presentan las carillas

Las carillas son unas finas láminas que se adhieren a la parte exterior del diente. Al estar fijadas a éste, existe la posibilidad de que esa fijación no sea lo consistente que se espera y que termine por despegarse.

Lo normal es que para que suceda esto haya habido previamente algún tipo de acción externa que reduzca su capacidad de sujeción, ya que de otra forma, la adhesión de las carillas suele ser bastante resistente.

Otro problema que puede suceder si no hay un buen cuidado de las carillas dentales es que éstas terminen por romperse. A no ser que haya un problema de bruxismo, esto es bastante improbable, pero nadie está a salvo de poder recibir un golpe y que la carilla termine por fracturarse.

Y por último, el más frecuente de los problemas relativos a las carillas es el de la pérdida del color original.

Las carillas pueden teñirse u oscurecerse como resultado de la ingesta de determinados alimentos y bebidas, o a causa del tabaco, causando un problema estético. Y como no es posible aplicar un proceso de blanqueamiento sobre éstas, si se da el caso de que se produzcan manchas visibles, habrá que sustituirlas.

Mantenimiento y limpieza de las carillas dentales.

Consejos para la limpieza y el mantenimiento de las carillas dentales

Una vez conocidos los problemas que usualmente se presentan cuando no damos el cuidado necesario a las carillas, vamos con algunos consejos que permitirán mantenerlas en perfecto estado.

Higiene bucal profunda

Los dientes con carillas no necesitan un tratamiento especial a nivel de limpieza, pero sí requieren que ésta sea frecuente y a fondo. Cepillarse un mínimo de 2 veces al día, usar hilo dental y realizar enjuagues bucales mantendrá alejada cualquier infección por bacterias y eliminará las posibles manchas que se puedan adherir como resultado de la ingesta de alimentos y bebidas. Con esta rutina las carillas se mantendrán en perfecto estado y no será necesario sustituirlas antes del periodo previsto.

Evitar prácticas que puedan dañar la dentadura

Con demasiada frecuencia damos un trato inadecuado a los dientes, empleándolos para aplicar fuerza y causando daños en ellos. Si después de ponerse carillas alguien sigue llevando a cabo prácticas potencialmente dañinas, las carillas sufrirán igualmente.

Morderse las uñas o tratar de abrir algo con la fuerza de los dientes son algunas de estas prácticas, pero no las únicas. También hay que tratar de evitar alimentos demasiado duros, y en general, todo aquello que pueda causar erosión o grietas.

No consumir alimentos o bebidas que puedan afectar la coloración de las carillas

Aunque es difícil renunciar a hábitos como el café, conviene no excederse en su consumo, ya que puede acabar ennegreciendo las carillas y otorgando un aspecto desagradable. Y lo mismo se aplica en otros alimentos con capacidad de tintar las carillas, como puede ser el curry, el chocolate negro o algunas salsas, como la de soja. La limpieza de las carillas dentales siempre será mucho más fácil si no hay que lidiar con manchas profundas ocasionadas por este tipo de alimentos.

Eliminar el tabaco

No hay ninguna buena razón para continuar fumando. Además de los potenciales riesgos para la salud, por todos conocidos, ponerse carillas y seguir con el tabaco es un contrasentido. El tabaco es uno de los elementos que más pueden afectar la coloración de las carillas

Diferencias entre el cuidado y el mantenimiento de las carillas de porcelana y las carillas de composite

Por último conviene aclarar que el material del que están hechas las carillas tiene una gran influencia en su durabilidad y resistencia. Las carillas dentales de composite duran como máximo 5 años mientras las de porcelana pueden durar entre 10 y 15 años.

Además, las de composite son más propensas a acumular manchas o quebrarse, por lo que requieren mayor vigilancia. 

Eso sí, en caso de que se rompan las de composite pueden repararse en la boca, mientras que las de porcelana requerirán la fabricación de unas carillas nuevas y la sustitución de las anteriores.

Te invitamos a compartir este artículo sobre la limpieza, el cuidado y el mantenimiento de las carillas dentales con aquellas personas a las que les pueda interesar.