Conoce qué es el bruxismo, cuáles son sus principales síntomas y las opciones de tratamiento más eficaces.

El bruxismo es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes, ya sea a lo largo del día o durante la noche.

Al tratarse de un hábito involuntario, es frecuente que el paciente bruxómano no sea consciente del problema hasta que algún compañero de cama alerta sobre la actividad nocturna o es detectado en consulta por el odontólogo a partir de los síntomas que manifiesta el paciente.

Es una enfermedad multifactorial que puede aparecer en momentos de estrés o ansiedad a raíz de acontecimientos de la vida cotidiana de una persona, y puede manifestarse en momentos puntuales o de forma indefinida.

Tipos, síntomas y causas

Existen dos tipos de bruxismo: el primero es el apretamiento, que puede causar inflamación y dolor en la zona de las encías y los músculos de la mandíbula, y el segundo es el rechinamiento, que ocurre cuando los dientes se mueven de lado a lado, provocando desgaste dental.

El bruxismo se puede presentar a cualquier edad, tanto en niños como adultos, y se estima que alrededor del 50% de la población sufre o ha sufrido la enfermedad en algún momento de su vida.

Entre los síntomas más habituales del bruxismo se encuentran:

  • Dolores faciales, dentales, de cabeza y del cuello.
  • Dolor constante en los oídos.
  • Tensión muscular en la espalda.
  • Altos niveles de estrés y ansiedad.
  • Problemas para dormir e insomnio.
  • Problemas en la articulación temporomandibular.
  • Sensibilidad dental al frío, al calor y a los alimentos dulces.
  • Desgaste y fracturas dentarias.

Generalmente el dolor causado al rechinar o apretar los dientes va en aumento a medida que pasan los días. Se puede llegar a sentir dolor con el cepillado de dientes, al entrar en contacto con zonas más erosionadas o dañadas.

Las causas del bruxismo no se conocen suficientemente, aunque hay estudios que demuestran que el desencadenante más importante es el estrés. De hecho, el aumento de los casos de bruxismo en las últimas décadas probablemente se deba al incremento del nivel de estrés que padece la sociedad.

Muchas veces el desgaste de las piezas dentales y otros síntomas no son identificados hasta que el dentista los detecta en una revisión periódica (conviene recordar siempre la importancia de acudir a estos exámenes anuales o semestrales para poder prevenir o resolver con mayor facilidad las patologías bucodentales), o casualmente cuando trata alguna afección relacionada, o que ni siquiera lo está.

Tratamiento del bruxismo: férula de descarga

Tratamiento del bruxismo

Al no conocerse su origen, el bruxismo se puede tratar pero no tiene cura.

Los tratamientos más utilizados son:

  • Férula de descarga. Es una protección dental de resina o plástico que impide la lesión permanente y afección de los dientes. Con la férula se elimina el dolor de mandíbula, de cabeza u otras molestias derivadas del hábito.
  • Relajación. Los masajes faciales y la relajación de la musculatura corporal son una terapia alternativa y viable para la reducción y eliminación de los estados de nervios, estrés y ansiedad.
  • Estilo de vida saludable. Dormir entre 7-8 horas diarias, tener una alimentación equilibrada y hacer ejercicio de forma regular, son las claves para gestionar el estrés y la ansiedad.

En cualquier caso, no hay que olvidar que estos tratamientos no curan el bruxismo y, aunque eliminen el dolor, si se dejan de aplicar los problemas vuelven a aparecer.

El mejor tratamiento es la prevención, evitando los altos niveles de estrés y llevando un estilo de vida saludable.

Post actualizado. Primera versión publicada el 12/10/2019.

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